Perdido en las nubes (¡literalmente!)
Dicen que la cabeza está en las nubes, pero esta pobre alma parece haber tomado la expresión demasiado literal. A juzgar por la imagen, no solo está pensando en las nubes, ¡sino que está dentro de ellas!
Ahí está, de pie en lo que parece ser un charco gigante que refleja un cielo onírico, rodeado de nubes algodonosas que parecen tan sólidas como el suelo (o al menos lo suficientemente sólidas como para... ¿soportar el peso de un cielo?). Uno se pregunta cómo llegó ahí. ¿Acaso tropezó con un agujero en la realidad? ¿Es esta una nueva forma de teletransporte nuboso que aún no ha llegado a las noticias?
La expresión de la persona es de una tranquila contemplación, como si esto de estar inmerso hasta las rodillas en la estratosfera fuera lo más normal del mundo. Quizás está buscando las llaves que se le cayeron "por ahí arriba" o tal vez simplemente está disfrutando de las vistas. ¡Imaginen el Wi-Fi! ¡Seguro que la conexión es celestial!
Los pájaros que revolotean cerca parecen igualmente indiferentes a la situación, como si encontrarse a un humano pastando nubes fuera un acontecimiento cotidiano en su rutina aviar.
Uno no puede evitar preguntarse qué pasaría si de repente lloviera. ¿Se mojaría la persona con agua... o con más nube? ¿Y cómo se sale de ahí? ¿Hay una escalera de nubes de emergencia? ¿Llamará a un servicio de grúas celestiales?
En definitiva, esta imagen nos recuerda que, a veces, la vida puede ser un poco... nublada. Y que, incluso cuando estamos perdidos en nuestros propios pensamientos (o literalmente en las nubes), siempre hay espacio para la contemplación... y quizás un buen par de botas de goma. ¡Esperemos que no haya tormenta!
.png)
0 Comentarios